La promotora retira el patrocinio al FS Cartagena alegando falta de profesionalización en la LNFS El club necesita encontrar un nuevo inversor en los próximos siete días para evitar su desaparición
Ha sido la crónica de un adiós anunciado, el de la firma Polaris World al frente del Fútbol Sala Cartagena siete años después de que desembarcara con un proyecto ambicioso bajo el brazo, que tampoco ha obtenido la respuesta deportiva esperada.
La promotora pachequera toca retirada en una Liga Nacional de Fútbol Sala que ya agoniza de por sí, argumentando precisamente la falta de profesionalización que existe en esta competición, y que ha acabado por desesperar al copropietario de Polaris World, Pedro García Meroño, que personifica los sentimientos encontrados de un inversor que no deja de ser también aficionado al fútbol sala, cansado de poner dinero y luchar por la regularización y transparencia de una competición que sólo le ha dado portazos y disgustos en estos años.
Polaris ya dio un primer aviso el pasado mes de marzo, tras caer a las primeras de cambio en la Copa, aunque luego reculó su posición asegurando que podría seguir como copatrocinador del equipo, mensaje que ha mantenido hasta hace apenas tres semanas. Esta posibilidad se desvanecía ayer. García Meroño, disimulando su estado de nervios como podía, fue tan claro como tajante: «He intentado profesionalizar el fútbol sala, pero he fracasado en el intento, por eso desde hace tiempo me siento mal viendo este deporte y me pega bocados en el estómago. Estamos en una situación de inferioridad en la competición, y hubiera seguido adelante si me hubieran dado motivos para hacerlo, pero sé que nada va a cambiar, por eso abandono». Reitera en este sentido que «estamos cansados de dar la cara por un deporte que no deja de ser amateur, en el que los jugadores no están reflejados como profesionales en su vida laboral sino que simplemente constan como empleados del club y ni siquiera se contemplan sus derechos de imagen».
La promotora hace oficial su adiós ante la resignación y tristeza de afición, plantilla y cuerpo técnico, que asistió incrédula y sorprendida a la decisión, a pesar de haber sido «largamente meditada».
Se abre ahora un periodo de incertidumbre para el club cartagenero y muchos son los que se preguntan en qué situación queda la entidad. Pedro García Meroño también fue claro en este sentido: «La plaza del equipo está a disposición de todos los cartageneros. Dejo el club en sus manos o de alguien que sea capaz de abordar un proyecto serio. Incluso estaría dispuesto a poner dinero de mi bolsillo llegado el caso, pero siempre y cuando se garantice el cobro de los jugadores». Palabras que se acabará llevando el viento, porque la triste realidad manda, y el propio socio fundador de Polaris World reconoce que hay que estar loco para meterse en una liga tan disparatada y tan poco profesional como la LNFS. Para muestra un botón: «¿Qué si he tocado alguna puerta para que alguien se haga con el club? sería muy poco ético por mi parte convencer a alguien para que se meta en algo que estoy criticando tan duramente y por lo que me voy».
Vía libre a los jugadores
Igualmente, el hecho de que Polaris World haya invitado a todos los jugadores de la plantilla a que se busquen una salida ante la posibilidad de que se queden sin equipo de cara a la próxima temporada, resta credibilidad a la posibilidad de que se pueda reflotar el club, mucho menos en las mismas condiciones.
Lo cierto es que el club tiene hasta el próximo día 20 de junio para formalizar su inscripción. Entonces deberá ingresar 30.000 euros como previsión de fondos. De no hacerlo, la LNFS anulará su plaza y reintegrará al club cartagenero el valor de dicha plaza, 166.000 euros, que Polaris está dispuesto a donar a oenegés cartageneras.
Ha sido la crónica de un adiós anunciado, el de la firma Polaris World al frente del Fútbol Sala Cartagena siete años después de que desembarcara con un proyecto ambicioso bajo el brazo, que tampoco ha obtenido la respuesta deportiva esperada.
La promotora pachequera toca retirada en una Liga Nacional de Fútbol Sala que ya agoniza de por sí, argumentando precisamente la falta de profesionalización que existe en esta competición, y que ha acabado por desesperar al copropietario de Polaris World, Pedro García Meroño, que personifica los sentimientos encontrados de un inversor que no deja de ser también aficionado al fútbol sala, cansado de poner dinero y luchar por la regularización y transparencia de una competición que sólo le ha dado portazos y disgustos en estos años.
Polaris ya dio un primer aviso el pasado mes de marzo, tras caer a las primeras de cambio en la Copa, aunque luego reculó su posición asegurando que podría seguir como copatrocinador del equipo, mensaje que ha mantenido hasta hace apenas tres semanas. Esta posibilidad se desvanecía ayer. García Meroño, disimulando su estado de nervios como podía, fue tan claro como tajante: «He intentado profesionalizar el fútbol sala, pero he fracasado en el intento, por eso desde hace tiempo me siento mal viendo este deporte y me pega bocados en el estómago. Estamos en una situación de inferioridad en la competición, y hubiera seguido adelante si me hubieran dado motivos para hacerlo, pero sé que nada va a cambiar, por eso abandono». Reitera en este sentido que «estamos cansados de dar la cara por un deporte que no deja de ser amateur, en el que los jugadores no están reflejados como profesionales en su vida laboral sino que simplemente constan como empleados del club y ni siquiera se contemplan sus derechos de imagen».
La promotora hace oficial su adiós ante la resignación y tristeza de afición, plantilla y cuerpo técnico, que asistió incrédula y sorprendida a la decisión, a pesar de haber sido «largamente meditada».
Se abre ahora un periodo de incertidumbre para el club cartagenero y muchos son los que se preguntan en qué situación queda la entidad. Pedro García Meroño también fue claro en este sentido: «La plaza del equipo está a disposición de todos los cartageneros. Dejo el club en sus manos o de alguien que sea capaz de abordar un proyecto serio. Incluso estaría dispuesto a poner dinero de mi bolsillo llegado el caso, pero siempre y cuando se garantice el cobro de los jugadores». Palabras que se acabará llevando el viento, porque la triste realidad manda, y el propio socio fundador de Polaris World reconoce que hay que estar loco para meterse en una liga tan disparatada y tan poco profesional como la LNFS. Para muestra un botón: «¿Qué si he tocado alguna puerta para que alguien se haga con el club? sería muy poco ético por mi parte convencer a alguien para que se meta en algo que estoy criticando tan duramente y por lo que me voy».
Vía libre a los jugadores
Igualmente, el hecho de que Polaris World haya invitado a todos los jugadores de la plantilla a que se busquen una salida ante la posibilidad de que se queden sin equipo de cara a la próxima temporada, resta credibilidad a la posibilidad de que se pueda reflotar el club, mucho menos en las mismas condiciones.
Lo cierto es que el club tiene hasta el próximo día 20 de junio para formalizar su inscripción. Entonces deberá ingresar 30.000 euros como previsión de fondos. De no hacerlo, la LNFS anulará su plaza y reintegrará al club cartagenero el valor de dicha plaza, 166.000 euros, que Polaris está dispuesto a donar a oenegés cartageneras.
(Fuente: La Verdad)
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