jueves, 5 de febrero de 2009

SE AGRAVA LA CRISIS DEL REAL MURCIA


Murcia Deportiva

Ayer presentó su dimisión el actual presidente del Real Murcia, Juan Guillamón, haciendo presente lo que la lógica demandaba hace tiempo, que para “ese viaje no hacían falta alforjas”. Pues tal era el reducidísimo papel que los propietarios del Club pimentonero habían asignado a Guillamón.


Ya lo advertimos cuando la maniobra de dimisión de Samper, y por desgracia se ha venido a confirmar, que Guillamón era una “pieza” del ajedrez de Samper y Trujillo –pues aunque se había escenificado públicamente una división de criterios entre ambos, no nos pareció digna de crédito desde un principio, dado que los intereses de ambos son los mismos-. Y en esto Juan Guillamón hacía de “hombre bueno” tratando de mediar con el Ayuntamiento de Murcia, y con otras entidades públicas y privadas con el fin de salvar del hoyo al Real Murcia. Pero la “solución Guillamón” finalmente se ha visto que no satisfacía las pretensiones de Samper y Cía, a los que no les valen “remiendos” ni componendas, sino la venta del Club para resolver así, en el ámbito de los negocios, una empresa deportiva que para ellos ha dejado de tener el interés estratégico negocial que le asignaran en su día, cuando plantearon y lograron el apoyo municipal para el tema de la “Nueva Condomina”.


Así que, según el mismo Guillamón, desatendido y desautorizado por la propiedad del Club, no le quedaba otra salida que “tirar la toalla”. Lo que no hace sino agudizar una crisis, que es mucho más profunda, que va mas allá de lo deportivo, hasta las mismas raíces de la esencia del centenario Club. Pues, realmente se trata de su viabilidad, de la continuidad como tal. Algo que no parece, ni mucho menos garantizado, pues compradores de este tipo de negocio no parece que abunden y menos en plena crisis económica mundial.


De manera, que pese a los buenos propósitos de personas claves en el Club, como el caso de Guillamón, e incluso del desmedido esfuerzo que pretendía hacer el Alcalde Cámara en auxilio del Real Murcia, no parece que vaya a darse un resultado satisfactorio para todoa. Pues el paso dado por Guillamón ayer, pone al límite la situación, y prácticamente supone la “quema de naves” en la intermediación de un imposible, por las diferencias de pretensión de las partes.


¿Cuál será el futuro del Real Murcia?. El tiempo lo dirá…, pero se presenta bastante complicado.
Entre tanto, la afición murciana al fútbol va a pasar de tener dos equipos de fútbol destacados, en la ciudad (Real Murcia y Ciudad de Murcia) a quedarse sin el último, y a punto de quedarse sin el centenario equipo pimentonero; en lo que se podría denominar “días de mucho, vísperas de nada…” ¡Una pena…!.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una pena.. sí..