El Madrid mostró dos caras muy distintas en Murcia y aún sacó mucho premio tras su pésima segunda parte(Fuente: Sport)
El líder se dejó dos puntos en la Nueva Condomina y acabó pidiendo la hora ante un Murcia que llegó crecido a la fase final del partido y que estuvo cerca de lograr la victoria.La primera opción clara del partido la tuvo el Murcia a los cuatro minutos, cuando Abel, totalmente libre de marcaje y aprovechando un error en la concentración de la defensa blanca, se encontró un balón franco en el área que no supo aprovechar.
Tras el susto, el Madrid buscó hacerse con el balón y apareció Guti en la zona ancha para canalizar el juego de su equipo. Y a los nueve minutos, una combinación entre Gago y el madrileño acabó con un centro de Guti al segundo palo donde Robinho, en posición de fuera de juego, remató con la cabeza logrando abrir el marcador en la Nueva Condomina.
Aunque el tanto del brasileño no debió subir al marcador, la diferencia entre ambos conjuntos fue importante en ese primer tiempo. El Madrid asumió el mando del partido y dominó a su rival, aunque careció de la profundidad necesaria para ampliar su ventaja y romper el partido. El Murcia, por su parte, tocado tras el gol madridista sufrió para reordenar sus lineas y ciertamente dio sensación de no saber qué hacer con el balón.
Sólo Baiano inquietó a Casillas con un potente disparo que el meta desvió a corner a los 23 minutos, y en una acción a los 39 en que el linier señaló erroneamente un fuera de juego que impidió el uno contra uno de Baiano ante Casillas. Pero en ambos casos se trató de acciones aisladas de un Murcia que no supo cómo desbordar la organización madridista.
Si las sensaciones del primer tiempo apuntaban a un cómodo partido para el Real Madrid, en la segunda parte hubo un cambio radical de guión. Una eventual lesión de Cannavaro vuelve a dejar en evidencia la falta de orden defensivo del Madrid y el Murcia, esta vez sí, aprovecha el despiste blanco para empatar el choque. De Lucas, a quien Guti sigue con la mirada, remata totalmente solo un saque de esquina de Abel y hace enloquecer la Nueva Condomina con el gol que cambiará el signo del encuentro.
Porque a partir de ese momento, el Madrid, que había controlado el partido con cierta comodidad antes del descanso, perdió los papeles y practicamente desapareció del campo. El Murcia impuso entonces su ley en la zona ancha, con Movilla, De Lucas y Abel que se multiplicaban para presionar, recuperar y crear juego para sus puntas y empezaron a llegar las ocasiones para los pimentoneros, sobre todo tras la autoexpulsión de Guti. Abel, el hombre más inspirado en la fase final, puso en serios apuros a Casillas.
Primero en un remate de cabeza y después, viendo al meta avanzado, en un tiro que acabó en corner tras el escorzo del meta blanco. Pero fue Goitom quien, en el último suspiro y tras una pared con Movilla, se plantó solo ante Casillas pero no supo concretar la acción que pudo dar la victoria a los locales, ante un Madrid que acabó rendido y pidiendo la hora.
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